2 de septiembre de 2015

Agosto

El mes de agosto es aquel mes para fumar el porro de marihuana anual, para que no sea una adicción escandalosa, solo un ritual personal, era divertido hace años, pero la adultez hizo de las suyas y dicho ritual no tiene patrocinador ni compañero.

A cambio del placer mencionado, agosto ofreció la alegría mas grande de la vida, de golpe uno se despierta extraño, sabiendo que hay algo diferente, algo tan especial que podría cambiar el rumbo, hay que moverse rápido para confirmarlo y en unas cuantas horas es un si, de esos si que hacen soñar, hacer planes, dejar el egoísmo, pensar que todo tiene sentido y que los años no seguirán pasando en vano.

Pasan los días se siguen haciendo cuentas, proyecciones, se buscan nuevos atuendos que se acomoden a lo que viene, hay emoción y lo mejor de todo...hay calma. La dureza, la severidad se transforman en una desconocida tolerancia, lo que solía ser importante ya fue desplazado por lo que es trascendente, la sonrisa parece tatuarse en la cara, no hay manera que desaparezca.

Días más, la incertidumbre aparece, ¿será viable?, ¿Será posible?, no se sabe, pero hay que luchar y es aprender a luchar con todas las fuerzas, aguantar, no moverse brusco, de ser posible no estornudar para que todo no se vaya al diablo, es preguntar, es escuchar, dar la pelea con el alma y tratar de ser mas listo que el destino.

Aprender que nadie es mas listo que el destino, un ¿por qué?, entender que está pasando, mirar hacia arriba con desespero y buscar un culpable, una razón, una respuesta, ya duelen los ojos, el cuello, la cabeza y no hay explicación, tratar de aceptar, decir te amo y finalmente adiós....espero nos volvamos a encontrar.