De este día han hablado en muchos blogs y siempre lo identifican como el día de la melancolía, el día que extraña, el día que añora pero para mi tiene otro sentido desde que escuche en el inicio de la cuaresma que recuerdo desde que decidí ser play y no creer en ninguna religión… “Polvo eres y en polvo te convertirás” eso fue una revelación, fue el despertar para ver a los miércoles de una manera mas pasional, mas terrenal porque eso del polvo se oyó muy bien, se fecunda con un polvo, se pasa la vida buscando polvos y el ideal de muerte sería en la culminación exitosa y con honores de un buen polvo.
Por casualidad o condición psicológica los miércoles me despierto más feliz, me dan ganas de salir, entaconarme con tacones que no tengo, maquillarme con maquillaje que no uso y que se tenga novio porque ese día sería capaz de serle infiel sin el menor de los remordimientos ya que la conciencia, el miedo, la prudencia y las buenas costumbres se van de viaje a Pekín para dejarle espacio a las ganas y a la puta que todas llevamos dentro, como ven se tienen que ir cuatro cualidades correctas para darle espacio a dos perversas que siendo menos son mas grandes ya que se acumulan como un Baloto (que por cierto juega los miércoles).
El miércoles es aquel día que no sabe si es inicio o es final de semana, es como el dedo corazón… el más grande, el más vistoso y expresivo, no es lo mismo estirar solamente el índice que estirar solamente el dedo corazón, con el dedo índice se refieren a usted, con el dedo corazón ya entra a jugar la reputación de su madre.
El miércoles no es un día cualquiera en mi semana, es el día que acoso a la neurona para que escupa este post y calmo al cuerpo de sus ímpetus pasionales, pero no saciándolos sino dejándolos que se diluyan en el frío de pueblo cucaracha, mientras llega cualquier miércoles un noble cafre que le de las características que este día se merece.
Por casualidad o condición psicológica los miércoles me despierto más feliz, me dan ganas de salir, entaconarme con tacones que no tengo, maquillarme con maquillaje que no uso y que se tenga novio porque ese día sería capaz de serle infiel sin el menor de los remordimientos ya que la conciencia, el miedo, la prudencia y las buenas costumbres se van de viaje a Pekín para dejarle espacio a las ganas y a la puta que todas llevamos dentro, como ven se tienen que ir cuatro cualidades correctas para darle espacio a dos perversas que siendo menos son mas grandes ya que se acumulan como un Baloto (que por cierto juega los miércoles).
El miércoles es aquel día que no sabe si es inicio o es final de semana, es como el dedo corazón… el más grande, el más vistoso y expresivo, no es lo mismo estirar solamente el índice que estirar solamente el dedo corazón, con el dedo índice se refieren a usted, con el dedo corazón ya entra a jugar la reputación de su madre.
El miércoles no es un día cualquiera en mi semana, es el día que acoso a la neurona para que escupa este post y calmo al cuerpo de sus ímpetus pasionales, pero no saciándolos sino dejándolos que se diluyan en el frío de pueblo cucaracha, mientras llega cualquier miércoles un noble cafre que le de las características que este día se merece.